viernes, 16 de octubre de 2015

Museo Cultural y Taller Artístico de Víctor Tumay Hnos.
 Infaltable en el recorrido. Este museo relata toda la historia del lugar, sus prácticas agrícolas ancestrales (Chacras Hundidas) y sus creencias. Además, se puede observar restos marinos, cerámicas, maquetas a escala y pinturas de diversos artistas chilcanos. El museo tiene representaciones de lugares de avistamiento de ovnis y zonas arqueológicas como Lapa Lapa y Bandurria. El museo está ubicado en el Jr. IV Centenario N° 240, cerca de la Plaza de Armas de Chilca.

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Foto
Historia De Chilca 
El nombre del pueblo de Chilca viene del yunga y significa, según el diccionario de Gonzáles Holguín, “mata que tiene hojas amargas y pegajosas”; su uso, en tiempos prehispánicos, estuvo vinculado a la producción de un tinte de color verde al ser hervidas sus hojas con papas negras.
Chilca se encuentra a 65 kilómetros al sur de Lima y pertenece a la provincia de Cañete. El pueblo se ubica al lado derecho de la carretera; tiene una calle principal y sólo los alrededores de la Plaza de Armas están asfaltados. Desde la antigua Panamericana Sur hasta la Plaza de Armas (8 cuadras) está la zona urbanizada, luego de la cual viene la zona de cultivos que termina en la playa. Un poco más al sur, está el balneario de Las salinas, donde hay lagunas medicinales frecuentadas por visitantes a los largo del año, especialmente durante el verano. En la zona agrícola hay cultivos de granada e higos, regados con autobombas que extraen agua del subsuelo. El resto es terreno eriazo, con presencia de ladrilleras y granjas avícolas.
Chilca se divide en cuatro barrios que son los 4 sectores que forman el cruce de las dos calles principales: Mariano Ignacio Prado o Calle Central y Nicolás de Piérola. Los barios son Ribeño, Chalaco, Chirimoyo y Malambo. La arquitectura del pueblo es singular. En Ribeño y Chalaco (al norte), las calles son cortadas regularmente y hay edificios antiguos que resistieron al último terremoto; casa de adobe con puertas y ventanales de madera trabajadas con adornos barrocos y algunos inmuebles tendrían pinturas en su interior con motivos indígenas. En los barrios de Chirimoyo y Malambo (al sur) hay cuadras alargadas y angostas con construcciones de quincha con techo de carrizo (patrón de construcción prehispánico). Lo más importante del pueblo es la iglesia Nuestra Señora de la asunción, muy grande y de estilo colonial. Su reparación ha sido muy lenta (desde el terremoto de 1974); hoy es un atractivo turístico y símbolo de Chilca.
Chilca es, según sus propios pobladores, un pueblo ancestral. Fue uno de los primeros focos agrícolas del Pacífico Sur y núcleo de irradiación hacia otros lugares de la zona. La gente de Chilca es “gente de siempre” y eso se comprobaría por la existencia de apellidos tradicionales como “Manco”. Al relatarnos su historia, los pobladores resaltan el pasado agrícola y la excelencia del manejo del problema del agua. Efectivamente, la historia de chilca demuestra que logró enfrentarse al medio desértico durante el Periodo Formativo (800-500 a.C.) mediante la construcción de canales; en el Intermedio Tardío (100-600 d.C.) se mejoraría el sistema de pozas u hoyas. Por lo tanto, Chilca se convirtió en un pueblo altamente especializado antes de la llegada de los españoles. En el siglo XVI tenía una población de, aproximadamente, 10 mil personas divididas en múltiples oficios: pescadores, salineros, mercaderes, chasquis y agricultores.
Al parecer, la agricultura dejó de ser importante durante el Virreinato debido al despojo de tierras; así, la pesca se convierte en la actividad primordial. Podemos afirmar que la población de pescadores era grande en Chilca pues la administración colonial (en los tiempos del virrey Toledo) recurrió a pescadores chilcanos para poblar Lurín y otros valles o pueblos aledaños (como Pucusana). En la Colonia, los pescadores no estaban sujetos a la mita por no tener tierras agrícolas; la pesca fue una estrategia para evadir la mita y el tributo.
Los pescadores, al vivir separados, rodeados de arenales, alejados de rutas terrestres y de las autoridades coloniales, pudieron conservar su cultura hasta bien entrado el siglo XX. Los chilcanos se consideran un pueblo muy religioso. La festividad de su patrona, Nuestra Señora de la Asunción, se celebra el 15 de agosto. Cuentan que la imagen llegó a las playas de Chilca en un cajón grande de madera junto con otros objetos echados al mar por un barco español que estaba a punto de hundirse. Cuando los pobladores abrieron la caja y vieron a la Virgen sintieron el llamado especial a que ella sea su patrona. La imagen original desapareció en un incendio y muchos interpretaron que había ascendido.

UBICACIÓN: Chilca está a 65 Km de Lima por la Carretera Panamericana Sur, Provincia de Cañete, Departamento de Lima.
ACCESO: Km 65 de la Carretera Panamericana Sur.
DESCRIPCIÓN: Propiamente nos referimemos aqui no tanto ala zona cenral de Chilca sino a las salinas, a partir del Km 72 de la carretera Panamericana Sur.
Es una zona con playas, restos arqueológicos en donde pueden verse restos humanos, varias lagunas medicinales (las populares “Salinas”), además muy cerca puede visitarse los pantanos de Chilca a la salida y los cercanos Pantanos de Puerto Viejo, con una fauna variada como patos silvestres, garzas blancas, chorlitos, falcónidos, etc.
TRANSPORTE PUBLICO : En la carretera Panamericana Sur, los carros que van a Cañete y Mala. El costo del pasaje puede ser de 4 soles.
FACILIDADES : El pueblo de Chilca está bastante abastecido, hay restaurantes, bodegas y alojamientos. En la zona de las Salinas igualmente hay bodegas y servicios básicos.

Laguna Mellicera
La Mellicera, laguna en cuyas aguas son recomendadas según los pobladores que posees propiedades curativas contra el infantilismo genital, la esterilidad, la artrosis degenerativa y
poliarticular y el raquitismo. La leyenda de su fama y los comentarios lugareños le asignan ciertas virtudes contra la impotencia sexual. Los muchos mellizos que nacen en esta zona son producto de la laguna, al menos eso dicen los pobladores.



Laguna La Encantada
La Encantada  es un lugar espléndido, protagonista de sin número de leyendas y fuente de energía de los platillos voladores. Cuenta la leyenda que en noches de luna, aparece una dama de blanco y a su vez se oye una música hermosa. También es sabido que es fuente de propiedades curativas como: Infecciones, tratamiento quirúrgico, caída del cabello y mejora la visión.

Laguna Milagrosa

La primera es la llamada La Milagrosa o Qoricocha (laguna de oro en quechua) . Su napa freática o aguas acumuladas en el subsuelo, son altamente mineralizadas. Contienen cloruro de sodiosulfatoscarbonato de calcio. Son muy buenas para la cura del reumatismo articular crónico. El barro negro que abunda, protege y revitaliza la piel.
La Milagrosa es una laguna de unos 200 metros de largo por 50 de ancho. Está rodeada de numerosas pozas no muy hondas, donde los visitantes se embadurnan con barro todo el cuerpo y permanecen echados un buen tiempo para lograr el efecto que desean. Hay varios tipos de barro.
Las personas cuentan las virtudes de las aguas y el barro de estos baños. Muchas de ellas vienen regularmente durante años y dijeron haberse curado definitivamente de las enfermedades con las que llegaron, sintiendo mejoras en su salud, apenas a la semana de haber iniciado el tratamiento. Enrique Rueda, un amable y longevo chilcano, dos veces alcalde del distrito, cuenta sobre los personajes que visitan las lagunas y cómo no sólo se van contentos, sino eternamente agradecidos y curados.